En todos los tiempos, la búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza
ha animado a ciertos seres que desencadenaron en la humanidad
una evolución hacia una mejor conciencia y felicidad.

Cada mensaje recibido en la humanidad, por mediación de seres inspirados,
participa en el reforzamiento y la prec.isión del lazo
entre la creación, la criatura y el creador.

Cada ser, cada conciencia es una faceta de la verdad,
y en consecuencia merece respeto y escucha, porque cada uno
puede enseñar a otro por su experiencia original, por mínima que sea.

Mediante ese proceso de comunicación y luego de comunión
se puede realizar la mejor evolución
para el individuo y la sociedad.

Aprender para ayudar mejor a los otros,
es a la vez una gran esperanza
y la fuerza motriz permanente de una vida acertada.

Esto representa el origen esencial de estas enseñanzas.

IJP. Appel-Guéry